Usamos cookies para mejorar su experiencia de navegación, mostrarle anuncios o contenidos personalizados y analizar nuestro tráfico. Al hacer clic en “Aceptar todo” usted da su consentimiento a nuestro uso de las cookies.
Personalizar las preferencias de consentimiento
Usamos cookies para ayudarle a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrará información detallada sobre cada una de las cookies bajo cada categoría de consentimiento a continuación.
Las cookies categorizadas como “Necesarias” se guardan en su navegador, ya que son esenciales para permitir las funcionalidades básicas del sitio web....
Siempre activas
Las cookies necesarias son cruciales para las funciones básicas del sitio web y el sitio web no funcionará de la forma prevista sin ellas. Estas cookies no almacenan ningún dato de identificación personal.
Cookie
cookieyes-consent
Duración
365 días
Descripción
La cookie está configurada por el complemento de consentimiento de cookies y se utiliza para almacenar si el usuario ha dado su consentimiento o no para el uso de cookies.
Cookie
_GRECAPTCHA
Duración
4 meses
Descripción
Esta cookie es de Google Recapctcha, se utiliza para distinguir entre humanos y bots. Esta cookie es necesaria para la utilización de las opciones y servicios del sitio web
Las cookies analíticas se utilizan para comprender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre métricas el número de visitantes, el porcentaje de rebote, la fuente de tráfico, etc.
Cookie
_ga
Duración
2 años
Descripción
Google Analytics envia a Google la dirección IP e información anónima sobre el uso del sitio web, con el objetivo de proporcionarnos información de cómo los usuarios lo utilizan. Esta cookie se utiliza para distinguir a los usuarios.
Cookie
_gid
Duración
24 horas
Descripción
Google Analytics envia a Google la dirección IP e información anónima sobre el uso del sitio web, con el objetivo de proporcionarnos información de cómo los usuarios lo utilizan. Esta cookie se utiliza para distinguir a los usuarios.
Cookie
_gat
Duración
1 minuto
Descripción
Google Analytics envia a Google la dirección IP e información anónima sobre el uso del sitio web, con el objetivo de proporcionarnos información de cómo los usuarios lo utilizan. Esta cookie se utiliza por Google Analytics para controlar la tasa de peticiones.
La muerte de Claude Debussy silenció al mundo musical. Incluso París, la ciudad del desenfreno más acelerado, de los clubes nocturnos con sabor a pipa de cáñamo y las borrascas de opiáceos saliendo por ventanas y celosías, fue víctima de tal conmoción. Manuel de Falla siempre mantuvo una relación especial con él. La devoción era mutua. Falla admiraba la forma en la que Debussy había entendido la esencia de la música española, nutriéndose única y exclusivamente de cuadros y lecturas, mientras que Debussy no dejaba de sorprenderse de la capacidad de Falla para transportar el exotismo popular al lenguaje de lo que en aquellos momentos seguía llamándose Gran Música. La Fanfare pour une fête de Falla parece augurar un futuro musical que ya se olisqueaba entre los dedos de Stravinski. Una pieza breve en donde las trompetas del Apocalipsis intuyen un sonido perdido. Suena a guerra entre los muros. Suena a su Granada querida en tiempos de taifas. Es música de vencedores y vencidos, etérea pero solemne, que cala lluvias y desemboca en tempestades. Para Debussy, su Prélude à l’après midi d’un faune siempre fue un claro ejemplo de cómo la música evoca alma en vez de crear revuelo. Los versos simbolistas de Mallarmé se pintaron de notas y armonías, generando así una atmósfera onírica en la que el fauno se deja engatusar por la magia de ninfas y náyades. Lo neoclásico estaba a la vuelta de la esquina, y la década de los años veinte lo sabía. Francis Poulenc descubrió en el barroco un mapa musical que le permitía transformar las salas de concierto en grandes veladas estilo Versalles. En su Concert champêtre, el clave se enfrenta a la orquesta. Parece echarle en cara todos aquellos años de soledad, de inconformismo. El piano ganó la batalla sonora y el clave quedó relegado, cediendo parte de su repertorio al instrumento de las ochenta y ocho teclas.
¿Qué hay más exótico que un viaje al pasado? Un viaje al pasado de una realidad ficticia. Eso es lo que pensó Maurice Ravel cuando compuso Ma mère l’oye. Cinco cuentos en forma de música que viajan a tierras lejanas, en las que la magia y la brujería dejan asombrados a niños que sueñan con poder volar. El jardín de las hadas, la bella durmiente, las aventuras de Pulgarcito o el increíble castillo de la Bella y la Bestia emanan de los sueños infantiles que un sutil Ravel pone en música gracias al buen arte de contar historias.